En toda la casa se respira serenidad, empezando por la cocina, donde la sencillez del laricio se alía con la ligereza del vidrio blanco para, juntos, generar una atmósfera en la que no caben las prisas, un espacio en el que los detalles que determinan el éxito de un plato pueden atenderse con todo el cuidado y la calma que se merecen.

Cambia el mundo y con él las personas, los gustos y las necesidades, pero no el deseo de disfrutar al máximo de nuestro tiempo. La cocina es uno de los lugares de la casa que más tiempo nos puede demandar, pero también uno de los que más nos puede ofrecer.
Por eso en la cocina, tal vez más que en ningún otra estancia, la respuesta a esta realidad se encuentra en el equilibrio: lo funcional resulta bello, lo bello resulta funcional.
A diferencia de otros sistemas, belleza y funcionalidad se encuentran en la serie MINOS: su tirador oculto no resta capacidad de almacenamiento. Para conseguirlo, se ha incorporado una gola en la parte superior y un rebaje en el cajón intermedio.
El accesorio botellero, elaborado en tablero marino, convierte un cajón en un espacio para el almacenaje de botellas.
El empleo de vidrio en la zona alta confiere sensación de ligereza al conjunto de la cocina.
El perfil de iluminación doble permite que la campana extraible se integre en la zona alta una vez recogida. Además incorpora tomas de corriente para pequeños electrodomésticos y un raíl para acomodar diversos accesorios.
La incorporación en columnas permite incorporar múltiples funciones en un espacio reducido. El laminado blanco de los módulos persiana contribuye a su integración en el conjunto de la cocina.


